Vivimos una realidad construida y un totalitarismo invertido
Con información de Yaritza Pereyra

CELA, 60 Aniversario. Fotografía: Elizabeth Sepúlveda| Gaceta Políticas
¿Cuál es la influencia y el papel que la tecnología juega en el mundo actual? Esta y otras dudas fueron expuestas el 13 de octubre por el sociólogo Marcos Roitman en la conferencia inaugural del VIII Coloquio Internacional del Centro de Estudios Latinoamericanos de la FCPyS.
Al abordar el tema: «En tiempos de pandemia, pensar el capitalismo digital. El desafío de las ciencias sociales en América Latina», el especialista habló acerca del mundo en el que vivimos, la transición por la que pasamos, la incidencia de las ciencias sociales hoy, las nuevas formas de comportamiento y el tecno liberalismo en épocas de pandemia.
Opinó que la Inteligencia Artificial (IA) es un proceso de deshumanización que influye en diversos aspectos de la sociedad, y que el ser humano se ha reducido a cumplir sus designios. Alertó que la IA ha dado como resultado una realidad construida que dio paso al totalitarismo invertido, que desarticula, despolitiza y crea una nueva antropobiología del hombre, que controla nuestras decisiones y emociones.
Detalló que el ser humano ha perdido su capacidad de voluntad frente a las nuevas tecnologías y el Big Data, pues les hemos permitido actuar por nosotros mismos. También las consideró un relevo de las decisiones propias, responsables de enfermedades e implicaciones como el déficit de atención, limitación en la capacidad de concentración, razonamiento y abstracción, así como del estrés y la depresión que derivan de las mismas.
Expresó que como resultado del tecno-liberalismo estamos bajo una nueva doctrina de la guerra, donde ya no es necesario declararla, por lo que no es visible el enemigo; nos encontramos en un escenario donde se usan los dispositivos electrónicos como método de tortura y para el control del cuerpo, de las emociones, de los miedos y del dolor.
Añadió que la brecha digital, las desigualdades alimentarias, en el acceso al agua y a la educación, la violencia y la desigualdad de género, se han sumado a las circunstancias de la pandemia y se han profundizado en América Latina, todo lo cual tiene que ver con la forma en que las personas viven, se enferman y mueren, dependiendo de su ubicación en la estructura social. En tal contexto, el investigador reiteró la importancia de las ciencias sociales en el estudio y acción de estos problemas.
El académico concluyó que debemos pensar para ganar, seguir construyendo y continuar con el pensamiento crítico de quienes nos precedieron; recuperar la capacidad de subversión crítica, que aunque no está obsoleta, se ha intentado romper a través de la dominación del capitalismo digital.