Juventud trasgresora en un sistema excluyente

Juventud y desigualdad. Fotografía: Karla García| Gaceta Políticas
La trasgresión que puede llevar a cabo un sector de la población como el de los jóvenes, no es una “decisión racional movida por cálculos individuales”, explicó el doctor Rodolfo Calderón Umaña, catedrático de la Escuela de Sociología de Costa Rica, durante la conferencia virtual Juventud, desigualdad y transgresión en un mundo globalizado.
Es decir, la violencia o los delitos que este sector comete “es un mecanismo desarrollado procesualmente por sujetos que deciden tomar control activo de su propia existencia y producir una trayectoria en un sistema de relaciones excluyentes”.
Lo anterior es parte de las reflexiones que compartió Calderón con estudiantes de sociología de la Facultad, en una síntesis de los proyectos y trabajos que ha realizado con jóvenes costarricenses involucrados en la venta de drogas y daños a propiedad privada.
Detalló que a partir de los años 80 hubo un aumento en las cifras de criminalidad en el país centroamericano, ya que se produce una tendencia general al aumento de la delincuencia. Un patrón importante en estos datos es que las personas que cometían dichos delitos eran hombres jóvenes, sin haber concluido la primaria, con trabajos precarizados y sin seguro social; un perfil sociodemográfico claro, apuntó.
Pero ¿por qué surge este aumento de la violencia en esos años y en ese sector? Algunas explicaciones son el agotamiento del modelo de sociedad que estaba funcionando en Costa Rica y en América Latina, un modelo de desarrollo donde el Estado era el centro, por otro donde el mercado es el regulador de la economía y de las relaciones sociales en general, el experimento neoliberal que comenzó en aquella época
El resultado de estas políticas económicas es la aparición de nuevas formas de relaciones sociales, donde se identifican tendencias claras como la desigualdad, el aumento de la tasa de desempleo y un deterioro en las condiciones de trabajo.
Desde esta perspectiva se comienza a hablar de una exclusión social, por lo que en los hogares varios de sus miembros se encuentran desempleados, con pocos estudios y sin seguro social, lo que afecta particularmente a la juventud, comentó.
En términos generales se tiene un problema muy importante en dos tendencias: la exclusión socioeconómica y cultural dentro de un mundo de disfrute y consumo. Por ello, reiteró que la trasgresión no es el resultado de una decisión individual sino un proceso que implica aprender a utilizar la violencia de manera competente para alcanzar los objetivos de vida deseados.
Participaron también, como comentarista invitada, la doctora Ángela Bacca Mejía, quien al principio de su intervención mencionó las similitudes con lo expuesto por el doctor Calderón Umaña en el caso colombiano, a partir de lo expuesto en el libro de Alfonso Salazar, “No nacimos pa’ semilla”, y el doctor Christian Ascensio Martínez, como moderador.
La conferencia completa puede consultarse en el siguiente enlace, del canal de Videoconferencias de la FCPyS: https://www.youtube.com/watch?v=iQkGF9guczg