Igualdad de género: lo legal no implica lo real

Educación: único medio para cambiar la realidad. Fotografía: Aide Gomez| Gaceta Políticas
En el marco del seminario, Diálogos por la democracia y la igualdad: hacia una paridad libre de violencia política en razón de género, se presentó una mesa sobre violencia política en procesos electorales con varias académicas en el auditorio González Casanova. Los temas giraron en torno a una distinción sencilla pero fundamental: lo legal no implica lo real y se requieren medidas integrales, amplias.
Círculos viciosos
“El camino hacia la igualdad es largo y complicado”, así comenzó Rosa María Mirón. Recordó que no fue hasta 1953 que se logró el sufragio efectivo a nivel federal. Y en la escala del tiempo, reconoció, es bastante reciente.
Sin embargo, hasta la fecha no se han conquistado todos los derechos políticos. “Hay un círculo vicioso: se niega la participación a las mujeres porque no tienen experiencia política, pero no tienen experiencia política porque no se les da el acceso”, recalcó Mirón.
Hizo énfasis, además, en que la paridad legal no significa paridad real. Es muy distinto tener una legislación que “recomiende” y otra que “obligue”. La ley, como reconoció la mayoría de las ponentes, está bien planteada, el problema es cómo se traduce en su aplicación.
Un paradigma perpetuado: el hombre
Rosa María Álvarez, del Instituto de Investigaciones Jurídicas, lamentó admitir que el Derecho ha funcionado como perpetuador de un uso y costumbre histórica: la del hombre como paradigma por excelencia de la humanidad. Esto implicó e implica relegar a la mujer a un nivel secundario: el hombre es público, la mujer privada.
Educación: único medio para cambiar la realidad
El marco jurídico, aunque está bastante completo es insuficiente para resolver los problemas de igualdad. En sintonía con Mirón, Álvarez reconoció que la igualdad jurídica no es sinónimo de igualdad real. Mencionó que se requieren políticas de prevención y estrategias de educación orientadas a mejorar las condiciones de equidad entre los géneros, y reeducar a la sociedad como estrategia más completa. Finalizó con una nota: “no deberíamos estar hablando de violencia política, pero aquí estamos. Lo que toca ahora no es sólo discutir, sino proponer y participar todos”.
Rescatar lo micro
En representación de Yazmín Pérez Haro, directora general de Igualdad Sustantiva del Gobierno de la Ciudad de México, asistió Carmen Saavedra Saldívar. Apuntó los graves retos que enfrenta la Ciudad en términos de igualdad y a su vez los compromisos que se proponen realizar.
Resaltó una propuesta interesante: escuelas de liderazgo femenino político en los barrios. “Se busca la reflexión, la concientización, aunque desde ahí se empieza a observar discriminación”. Consideró, además, que enfocarse sólo en la política pública puede opacar lo local. “Sí, los esfuerzos son a nivel micro, pero son absolutamente necesarios”, apuntó en referencia a la estrategia de liderazgo.
Esto nos concierne a todos
Angélica Cazarín evidenció una realidad incómoda: «no se debería conmemorar la participación femenina; debería ser algo natural, algo dado”. Además, dirigiéndose al auditorio subrayó: “los temas de mujeres no deberían ser sólo para las mujeres; aquí sólo hay 8 hombres y más de 20 mujeres”.
También reconoció, con tono optimista: “la participación reciente de las mujeres generará mayor sensibilidad política”. Finalmente, admitió la necesidad de construir políticas públicas con enfoque de género y promover la inclusión, más allá del discurso político y mediático.