El difícil panorama migratorio

Migración, crisis humanitaria. Fotografía tomada de Internet.
La crisis humanitaria de los migrantes representa desafíos que requieren medidas inmediatas para su resolución. Las acciones realizadas hasta ahora no son suficientes para contrarrestar o aminorar las situaciones adversas por las que atraviesa este sector.
En esta línea, Luis Eduardo Zavala de Alba, profesor en la Universidad de Harvard, consideró que los derechos de los migrantes deben ser garantizados por el gobierno mexicano. Factores como la inseguridad, la búsqueda por mejores oportunidades e igualdad, son las principales razones por las que las personas migran, pero también existen las migraciones forzadas, vividas por víctimas de trata, las desapariciones, torturas y extorsiones por parte del crimen organizado, quienes se aprovechan de su vulnerabilidad para beneficio del mercado ilegal de tráfico de menores y órganos.
Expresó que aun cuando México posee tratados sobre el tema ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), los incumple en el ejercicio, razón por la cual exhortó al gobierno a actuar con coherencia y fortalecer una política pública y exterior en pro de los derechos humanos de los migrantes.
Por parte del Instituto para las Mujeres en la Migración (IMUMI), la doctora Gretchen Kuhner coincidió con el doctor Zavala, al asegurar que la política exterior mexicana es muy buena, pero resulta contradictoria con la realidad. Estimó que la crisis humanitaria en materia de migración nacional resulta muy grave desde que al migrante no se le reconoce como individuo y no se le garantizan los derechos humanos básicos. Además, aunque nuestro país se unió al Pacto Mundial para la colaboración e integración en política migratoria, deporta y detiene a 97% de los migrantes centroamericanos, es decir, sólo al 3% le son concedidos derechos como el asilo y la nacionalidad.
Kuhner destacó la obligación de los organismos correspondientes de eliminar la discriminación hacia las mujeres migrantes, pues éstas se ven muy afectadas al ser víctimas de trata, estar embarazadas o tener hijos en otros países. Por ello, la doctora hizo un llamado a reestructurar el programa migratorio nacional, a fin de que realmente se les proteja y se les garanticen sus derechos.
Elisa Ortega, doctora en derecho por la Universidad Carlos III de Madrid, habló acerca de la realidad migratoria que sufren los niños y adolescentes migrantes en nuestro país; un grupo grande, diverso y vulnerable, que muchas veces es obligado a movilizarse ante los conflictos, desarrollo limitado y restricción de derechos primordiales en sus países de origen, e incluso la separación de sus progenitores, hechos por los cuales experimentan violencia antes, durante y después de su trayecto.
La doctora subrayó que la detención de menores es ilegal, y su trato representa un reto jurídico nacional, debido a la carencia de personal idóneo en las instituciones actuales. Sostuvo que el panorama xenófobo y carente de acciones humanitarias, característico de la política nacional y estadounidense, es desafortunado para los migrantes mexicanos y centroamericanos, en tránsito o residentes.
Alma Trejo Peña, doctora en sociología, consideró complicada la situación para los migrantes, pues las medidas tomadas por dichos gobiernos no aseguran su integridad ni derechos, prueba de ello es el incremento en las deportaciones y las pobres e insatisfactorias acciones para su protección.
Ante esta realidad, Trejo señaló que el gobierno entrante debe ir más allá de aprender de los errores pasados y proteger mejor a dicho grupo, seleccionar mejor al personal encargado, y actuar en conjunto con las organizaciones de sociedad civil entregadas a la causa.