México no mira al mar, Cristina Rosas

Leopoldo González y Cristina Rosas. Fotografía: Emanuel Reséndiz| Gaceta Políticas
Nuestro país está rodeado de mar, una situación privilegiada que debería derivar en beneficios para los habitantes; sin embargo, “México no mira al mar”, ya que sólo el 25 por ciento de los mexicanos vive en zonas costeras, situación que se explica por el centralismo imperante.
Además, derivado el descuido que han tenido los gobiernos mexicanos sobre el territorio marítimo, se produjo la pérdida de las islas del Archipiélago del Norte, la isla de Clipperton o la isla Bermeja. Incluso, al día de hoy subsisten indefiniciones respecto a los límites marítimos de México.
Con estos datos, la doctora Cristina Rosas González, destacada investigadora y académica de la Facultad, adscrita al Centro de Estudios de Relaciones Internacionales, inició la ponencia: La seguridad de los mares y océanos de México, y resaltó que la ausencia de un proyecto de nación que incluya al poder marítimo como componente esencial del poder nacional mexicano, ha repercutido en el país, evidentemente. Lo anterior por diversos factores como la vecindad con Estados Unidos que obliga a la continentalidad frente a la bioceanidad; la demografía centrada en ciudades; el desinterés de las autoridades nacionales; el mercado interno fragmentado y la ausencia de educación marítima y de cultura nacional sobre el mar.
Este contexto, siguió la expositora, permite distinguir que hay diversos desafíos por enfrentar respecto a la seguridad marítima del país; entre éstos la solución a las indeterminaciones jurídico-políticas sobre las tareas de las fuerzas armadas, la escasez de recursos materiales, humanos y de infraestructura en la Secretaría de Marina Armada de México, así como evitar los saqueos de los recursos pesqueros por parte de otros países.
Rosas agregó que en cuanto a los desafíos internacionales destacan la delincuencia organizada, la contaminación-explotación del petróleo, el calentamiento global y el aumento en el nivel del mar, la migración indocumentada y tráfico de personas, piratería y contrabando, sin dejar de mencionar que los actos terroristas en zonas portuarias están presentes.
En cuanto a sus consideraciones finales, resaltó que México requiere un proyecto de nación con una correcta valoración del poder naval, así como adherirse a todos los instrumentos internacionales que le permitan proteger los litorales y sus recursos marinos.
Otro punto relevante es el retiro paulatino de las fuerzas armadas de tareas de seguridad pública, acompañado del fomento de una cultura y educación sobre el mar, ya que mirar hacia él, reiteró, es la clave para quitar el yugo histórico con el país del norte.