Nuevo espacio para la expresión artística

Angélica Cuéllar y Claudio Obregón. Fotografía: Myriam Corte| Gaceta Políticas
Fue inaugurada en la FCPyS la Sala de danza y teatro “Claudio Obregón”, un espacio destinado para talleres y clases con un enfoque cultural. El evento estuvo encabezado por la doctora Angélica Cuéllar Vázquez, directora del plantel, Claudio Obregón, hijo, y Elizabeth Clairín, viuda de Obregón.
La Directora del plantel señaló que un estudiante universitario que no está cerca del arte, la danza, la cultura y el deporte no tiene una formación integral. Por ello, “el arte tienen un papel muy importante en nuestra sociedad, siempre es catalizador de problemas sociales, nos puede ayudar a ver la realidad de otra manera y tratar de luchar por un país más justo y solidario”.
La apertura de la sala es parte del plan de trabajo de la actual administración, que tiene como objetivo resignificar los espacios físicos transformándolos en áreas que beneficien a la comunidad.
Sobre Claudio Obregón se mencionó que comenzó su carrera como locutor y jefe de producción en Radio UNAM. También participó en teleteatro de Canal 11 y desde 1958 se dedicó a la actuación.
En 1970 se separó de la ANDA y formó el ya desaparecido Sindicato de Actores. Fue un actor que estuvo comprometido con el devenir cultural, social y político del país. En 1979 fue candidato a diputado del ahora extinto Partido Comunista Mexicano.
Considerado como uno de los actores más destacados de teatro y cine, actuó en películas como México insurgente, El encuentro de un hombre solo, Terror y encajes negros, El callejón de los milagros, entre otras muchas. En teatro interpretó obras de diversos dramaturgos como Lope de Vega y Juan García Ponce, y actuó en telenovelas como El carruaje, Los que ayudan a Dios y Cuando llega el amor.
Su último trabajo como actor fue en la obra Endgame, final de partida, de Samuel Beckett, bajo la dirección de Abraham Oceransky. Falleció el 13 de noviembre de 2010, en la Ciudad de México, a causa de un paro cardiorrespiratorio.
Claudio hijo cerró el acto con las siguientes palabras:
“Los actores son seres luminosos, nos conducen por realidades alternas donde la palabra es el aire de otros mundos, con ella en el escenario los actores provocan que el tiempo se suspenda…”.