El corresponsal en México y Estados Unidos

Vida de corresponsales. Fotografía: Mauricio Ávila| Gaceta Políticas
En México la experiencia de los corresponsales ha cambiado, se ha vuelta más abierta, comentó Dudley Althaus, periodista del Wall Street Journal, medio enfocado en temas de México y América Latina. “Era común que en los ochenta, si escribías una crítica al gobierno mexicano, no eras considerado amigo; ahora el pueblo está mucho más consciente del mundo, por tanto la experiencia de un americano en México ha cambiado mucho más”, recalcó.
“Estuve 23 años en Washington; en un país demasiado amplio, con demasiadas aristas y tribus, y puedo decir que es una ciudad en crisis”, explicó José Carreño, periodista de El Universal. “El corresponsal mexicano depende mucho del juicio de Washington, si no estás en crisis no estás en la agenda”, enfatizó.
“Washington es la Roma de la modernidad: la realidad de la sociedad, su política. Es por ello que los corresponsales están al tanto de lo que diga Estados Unidos. Si el jefe de comando estadounidense hace un comunicado sobre la intervención militar en la frontera, los reporteros estarán orientados en esa declaración. En México no tenemos una línea autónoma de corresponsales”, aclaró Carreño.
“Del lado de México teníamos 12 corresponsales, hoy en día sólo hay cuatro; Del New York Times, Washington Post , Wall Street Journal y AP. Sin embargo, falta de diversidad en perspectiva en los reportajes para cubrir a México. Esto por el peligro que conlleva, sobre todo en la provincia. Hay que pensarlo tres veces para elaborar un reportaje”, precisó Dudley Althaus, quien cubrió en su momento la negociación del TLC y el levantamiento del movimiento zapatista en Chiapas.
“Con las nuevas tecnologías yo puedo escribir una conferencia de prensa en mi escritorio sin necesidad de asistir, sin embargo, hay que ir al lugar, hay que ir al campo para entender la situación real del país”, finalizó Althaus.
“Creo que el valor del corresponsal es aprender, saber, enterarse, y luego añadir valor agregado y adaptarse a los nuevas tecnologías. El periodismo no es un trabajo fácil, se trabajan los 365 días, pero con una gran satisfacción”, concluyó Carreño.