Usar la IA tiene implicaciones sociales, no tecnológicas
Mesa 5, «Inteligencia artificial para un buen gobierno»
Por Myriam Corte

Alejandro Chanona, Gabriela Ramos y Marco Antonio Lopátegui. Foto: Derek Vargas.
“La Inteligencia Artificial (IA) está emergiendo como un factor clave que impacta y reconfigura las agendas políticas, sociales y económicas a nivel global. Su carácter de actor configuracional invita a repensar las teorías tradicionales de poder y gobernanza, en un contexto donde la competencia por el liderazgo en IA se ha convertido en un eje central de la disputa geopolítica de este siglo”.
Así lo afirmó el director de la Facultad, Alejandro Chanona Burguete, al participar en la mesa 5, «Inteligencia artificial para un buen gobierno», que formó parte del Seminario Internacional de Primavera “El Buen Gobierno en el Siglo XXI”.
Luego de resaltar la necesidad de enfrentar desafíos normativos y sociotécnicos, como los sesgos en los algoritmos, la vigilancia masiva y la brecha digital, el titular del plantel aseveró que “la rápida evolución tecnológica exige que los marcos regulatorios sean flexibles, participativos y promuevan una cooperación internacional que garantice un uso ético y responsable de la IA”.
En su alocución, Gabriela Ramos, subdirectora general de Ciencias Sociales y Humanas de la UNESCO, subrayó la pertinencia de preguntarnos qué humanidad queremos ser con las tecnologías y cuáles son sus impactos, pues las implicaciones del uso de la IA son sociales y no tecnológicas, aseveró

Marco Antonio Lopátegui, Gabriela Ramos y Alejandro Chanona. Foto: Derek Vargas.
Además de informar que la competencia geopolítica sobre IA es notoria, y que Estados Unidos hace nueve veces más investigación que China, y 19 más que Reino Unido, la interlocutora enfatizó que 2.7 billones de personas no tienen acceso al ambiente digital, realidad que se va modificando con la acción de gobiernos con políticas, infraestructura e inversiones en el asunto.
“La clave no está sólo en el desarrollo tecnológico, sino en cómo gobernamos y regulamos su uso para que beneficie a todos y no genere impactos negativos como la discriminación, la manipulación o la pérdida de diversidad cultural”, argumentó
Explicó que “establecer marcos normativos claros, promover la transparencia y establecer garantías, como el derecho a saber si una decisión fue tomada por IA, por qué se determinó esto, así como apelar en caso de discriminación”, son parte de la discusión.
La expositora cerró su participación resaltando que es importante que los países desarrollen estrategias nacionales en IA, evalúen su impacto y promuevan la participación de mujeres y otros grupos diversos en el sector, a fin de evitar que la concentración tecnológica limite las oportunidades para todos.
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Las exposiciones se llevaron el aplauso de los asistentes. Foto: Derek Vargas.
La última ponencia en esta sesión, en la que también participó el profesor Marco Antonio Lopátegui, internacionalista de la FCPyS, estuvo a cargo de la investigadora Alessandra Salas, especialista en el tema, quien mencionó que la IA conlleva mucho potencial, pero “es una tecnología con tensiones políticas y sociales que requiere responsabilidad”.
El uso de la IA puede provocar sesgos y discriminación al dañar la integridad de las personas, cuando se utiliza su identidad con información falsa. Otro ejemplo es la poca o nula participación de las mujeres en el desarrollo de esta tecnología, concluyó.