¿Cómo construir Estados legítimos y justos?
*Mesa 1, «Gobernar los Estados en el siglo XXI»
Por Itzel Zárate

Luz María Cruz, Judit Bokser y Fernando Castaños. Foto: Derek Vargas.
¿Cómo entender el Estado en una era de inteligencia artificial, crisis climática y capitalismo globalizado? Esta fue la pregunta que marcó la participación del prestigiado teórico político, Bob Jessop, conocido por su innovadora teoría del Estado, concebida como un proceso dinámico (y no como estructura fija), quien, al participar en la mesa 1, “Gobernar los Estados en el siglo XXI”, del Seminario Internacional de Primavera El Buen Gobierno en el Siglo XXI, ofreció un análisis revelador sobre los desafíos de esta tarea.
A diferencia de visiones tradicionales que ven al Estado como un instrumento de clases dominantes o como una entidad estática, Jessop lo define como una construcción histórica y geográfica, siempre en transformación. Su pensamiento desafió las visiones tradicionales del Estado, al proponer que este no es un ente fijo, sino una construcción histórica y geográfica, moldeada por fuerzas económicas, políticas y sociales.
En su participación habló de la soberanía temporal, la capacidad del Estado de decidir a su propio ritmo, y cómo esta se ve amenazada por la globalización y la aceleración tecnológica. Además, explicó que el Estado debe adaptarse mediante estrategias como la “metagobernanza” (gobernar el gobierno) y la “Collibration” (equilibrar diferentes formas de poder).

Alejandro Chanona asistió a la presentación de la mesa 1, “Gobernar los Estados en el siglo XXI”. Foto: Derek Vargas.
Su enfoque, que combina economía política, geografía y teoría social, fue el punto de partida para un diálogo con otros destacados académicos como Fernando Castaños, doctor en Filosofía por la Universidad de Londres, y Judit Bokser, Profesora Emérita de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, quienes enriquecieron la presentación con sus propias perspectivas críticas.
El profesor Fernando Castaños generó un interesante debate al cuestionar si el Estado es, ante todo, un concepto más que una entidad material. Preguntó que, si su forma ha variado tanto a lo largo de la historia (desde imperios hasta Estados-nación), ¿qué lo define realmente? Coincidió con Jessop en que el Estado opera en un contexto específico, pero añadió que su existencia depende también de cómo lo imaginamos y legitimamos. “Las formas que el Estado ha tomado dependen de una función del Estado y una función del ambiente donde el Estado toma forma”, afirmó.

Judit Bokser. Foto: Derek Vargas.
Por su parte, la profesora Judit Bokser profundizó en la idea del Estado como una “relación social en constante conflicto”. Criticó las posturas que lo ven como una estructura rígida y destacó su papel en medio de la “globalización y la polarización política”. Usando la metáfora del centauro maquiavélico, describió la dualidad del Estado: por un lado, la coerción (poder duro) y, por otro, la hegemonía (consenso social). También alertó sobre los riesgos de la hiperglobalización y la necesidad de que los Estados latinoamericanos encuentren un equilibrio entre democracia y estabilidad.
En conclusión, el seminario dejó claro que el buen gobierno en el siglo XXI exige repensar el Estado más allá de viejos esquemas. Jessop, Castaños y Bokser coincidieron en que no basta con reformar instituciones, hay que entenderlas como “procesos dinámicos, sujetos a fuerzas globales y demandas ciudadanas”.
En un mundo de crisis climáticas, inteligencia artificial y polarización, la pregunta clave es ¿cómo construir Estados ágiles, legítimos y justos?