Migración: racismo, discriminación y abusos
Por Omar García

Foto: La Jornada.
En el marco del seminario, Migración y refugio: propuestas para el Estado Mexicano, se llevó a cabo una mesa de análisis acerca de las implicaciones políticas, económicas y sociales de los flujos migratorios recientes en América Latina y su relación con México.
El doctor Tomás Milton Muñoz Bravo, del Centro de Relaciones Internacionales (CRI), sostuvo que éste es un tema muy importante para las ciencias sociales, y que es urgente discutir las narrativas que asocian a la migración con la delincuencia, ya que esto alimenta la discriminación, especialmente cuando los medios de comunicación contribuyen a reforzar este discurso.

Leticia Calderón, Adriana Ortega, Tomás M. Muñoz, Silvia Núñez y Javier Urbano. Foto: Omar García.
Por su parte, la doctora Silvia Núñez, miembro del Centro de Investigaciones sobre América del Norte (CISAN) de la UNAM y profesora del SUAyED de nuestra Facultad, enfatizó que nuestro país es clave para el flujo migratorio, pues es «un corredor de paso» al que muchas personas se enfrentan.
En este contexto, subrayó que las estaciones migratorias en México suelen estar sobrepobladas y carecen de las condiciones básicas para brindar una estancia digna a los migrantes. Esto incluye la falta de acceso a servicios médicos, agua potable, alimentos adecuados y áreas seguras para resguardarse, ante lo cual se reportan condiciones de vida deplorables en estos centros, lo que incrementa las enfermedades y abusos.
Siguiendo con la misma línea, la doctora Leticia Calderón, profesora-investigadora del Instituto Mora, subrayó que debido a la ubicación geográfica de nuestro país, se han debido implementar aquí programas migrantes enfocados en la gestión rápida de los flujos, muchas veces priorizando la seguridad sobre la protección de los derechos humanos. De igual modo, la presión internacional, en específico de Estados Unidos, obliga a México a reaccionar de forma urgente, sin reflexionar en las causas profundas de la migración, ni en garantizar la seguridad y el bienestar.
Detalló que existe una profunda xenofobia y racismo contra los migrantes, generados desde la historia colonial. Asimismo, migrantes de ciertos países son tratados con mayor hostilidad, en gran parte debido a legados de racismo estructural y discriminación sistémica.

Leticia Calderón, Adriana Ortega y Tomás M. Muñoz. Foto: Omar García.
Adriana Ortega, profesora de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), aseveró que es necesario crear nuevas narrativas sobre la migración, dejar de lado palabras como «crisis» o «problema», y buscar dar un enfoque de derechos humanos a la situación.
Finalmente, Javier Urbano, docente del SUAyED e investigador de la Universidad Iberoamericana, alertó que en el presente se está «armonizando» la represión, contención y violencia hacia los migrantes no sólo en América Latina, sino en todo el mundo.
Resaltó que la migración también está conectada con situaciones de violencia, trata de personas y trabajo forzoso, pero además, está profundamente entrelazada con el modelo económico capitalista, de tal modo que los migrantes constituyen una fuerza laboral barata y a menudo explotada.
Para cerrar la mesa, los ponentes concluyeron que es urgente el rediseño de las políticas migratorias, con una mayor atención a los derechos humanos fundamentales.