65 Aniversario de la Revolución Cubana
Por Rosa Fernanda Orozco

Cuba. Foto: La Jornada
El 25 de abril, en el 65 Aniversario de la Revolución Cubana, se reunieron los doctores Rosa García, Nayar López y Alejandra González, profesores del plantel, para hablar sobre el legado y las repercusiones de estas seis décadas y media de la gesta histórica, analizando tanto sus logros como sus desafíos, y reflexionando sobre el papel que ha desempeñado Cuba en el escenario mundial y nacional.
Es difícil de medir el impacto de la Revolución Cubana, destacó la doctora Rosa García, pero su inserción en el contexto socialista revela características compartidas con este sistema, como la promoción de valores colectivos y la participación comunitaria; principios que se buscó fomentar mediante la propaganda y las estrategias ideológicas arraigadas en fuentes como el marxismo-leninismo y el nacionalismo antiimperialista. Sin embargo, la evaluación de la efectividad de estas estrategias es compleja y subjetiva, ya que la revolución no surgió como un proyecto socialista completo, sino evolucionó hacia esa dirección con el tiempo; por lo tanto, la medida de su éxito se debe considerar desde su transformación gradual y las condiciones cambiantes a lo largo de los años.
Desde los años 30 del siglo pasado, aseveró García, la adopción del respeto por las instituciones del orden republicano fue fundamental en Cuba. Además, la Revolución Mexicana sirvió de inspiración para el proceso de la Isla. La economía fue un vehículo para promover valores, como se evidencia en la reducción de tarifas eléctricas y telefónicas durante la reforma agraria, dirigida a las clases populares para fomentar su participación. Posteriormente se ensayó con nuevas políticas económicas, mientras se fomentaba el trabajo voluntario como una forma de beneficiar tanto al individuo como al colectivo. La promoción de beneficios colectivos también se llevó a cabo a través del sistema educativo, mediante la creación de numerosas instituciones de formación y la integración de programas deportivos. Aún más, estos esfuerzos se extendieron más allá del currículo académico individual y alcanzaron a la sociedad en general.

Alejandra González, Gad Veda Galilea, Rosa García y Nayar López Foto: Erick Morquecho
Por su parte, la profesora Alejandra González dijo que la reflexión sobre el pasado, desde una perspectiva futurista, nos permite cuestionar el presente y re-imaginar el porvenir. La Revolución Cubana, en su innovación y visión de futuro, busca recuperar las aspiraciones de las generaciones pasadas respecto a lo que esperaban del futuro. A lo largo de sus mutaciones y reconfiguraciones, ha sido un faro de esperanza en momentos de crisis profunda, reflejando los anhelos y necesidades de cada nueva generación. La crisis de los años noventa, marcada por apagones y escasez, desafiaron el tejido social cubano, pero también sirvieron como catalizador para repensar y transformar el rumbo del país. En este proceso, puntualizó la docente, la Revolución ha desempeñado un papel crucial en la redefinición de la sociedad nacional, incluida la modificación de las relaciones de género y el empoderamiento de las mujeres.

Analistas hablan sobre el 65 Aniversario de la Revolución Cubana. Foto: Erick Morquecho.
El profesor Nayar López, coordinador del Centro de Estudios Latinoamericanos, enfatizó que Cuba, en su contexto histórico y presente, ejerce una influencia profunda en América Latina y el Caribe. Se erige como un ejemplo emblemático de la intervención de Estados Unidos en la región, que arrastra acciones de gran complejidad.
La lógica de solidaridad, tanto a nivel nacional como internacional, define el compromiso de Cuba con la salud, la educación, la cultura y otros sectores, aseveró el profesor. Su notable contribución en el ámbito de la salud, enviando médicos a otros países y desarrollando vacunas propias, como único país latinoamericano en hacerlo, resalta su relevancia global, especialmente durante la pandemia, donde demostró una solidaridad ejemplar con su brigada médica.
Valorar el caso de Cuba como un proyecto que, con sus virtudes y defectos, ofrece un claro ejemplo de alternativas al capitalismo, tanto en términos educativos, culturales y económicos, plantea la posibilidad de humanizar el capitalismo mediante la integración humanitaria y la cooperación, desafiando la lógica predominante del sistema económico actual, finalizó el ponente.