La SCJN y el Ejecutivo en México
Por José Luis Torales Tovar

Foto: Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Durante muchas décadas el comportamiento de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) no se inclinó necesariamente a desafiar las órdenes del Poder Ejecutivo; ciertos temas centrales o estratégicos pudieron muy bien librarse. Aún más, por largo tiempo fue muy difícil que un poder judicial o legislativo fuera capaz de enfrentar al Ejecutivo, un actor político con una enorme fuerza en el presidencialismo en el país. Es hasta los periodos de transición, cuando la división de poderes adquiere otra vez un sentido, que ha sido posible que las decisiones de la Corte puedan variar y encarar a este poder, sostuvo el doctor Christian A. Ascensio Martínez, académico del Centro de Estudios Sociológicos del plantel.
En su turno, al participar en la segunda sesión del Seminario Jurídico de Temas Contemporáneos, titulada “La SCJN y el Ejecutivo en México”, el doctor en Derecho Constitucional por la Universidad Complutense de Madrid, Raúl Pantoja Baranda, indicó que la relación entre estas dos entidades es un tema por demás complejo, con diversos matices, distintas visiones y variadas formas de abordaje, que surgen de tensiones políticas, estatales y jurídicas. Además, el ponente explicó que el poder Ejecutivo ejecuta y materializa lo que señalan las leyes, mismas que legisla o dicta el Legislativo, mientras que el Judicial tiene como finalidad última resolver las controversias que se susciten entre particulares y los órganos del Estado; en este contexto, puntualizó, en la SCJN subyace la defensa de los derechos fundamentales.
Por su parte, el doctor Adolfo Christian Castro Solís, especialista en Derecho por la Universidad Autónoma del Estado de México y también catedrático de la FCPyS, afirmó que la Corte debe ser un órgano cien por ciento autónomo e independiente; que el poder legislativo es un medio de control político, y que el presidente de la República tiene la facultad de presentar una terna al senado para designar a un ministro; los candidatos deben tener una comparecencia y los senadores se encargan de evaluar y determinar la viabilidad de los elementos, lo cual es una muestra de la división de poderes en el país.

Raúl Pantoja. Foto: Manuel Ávila.
Agregó que la SCJN es el tribunal constitucional de México que encabeza el Poder Judicial de la Federación y tiene como función prioritaria vigilar que los actos se apeguen a la Constitución y no vulneren los derechos humanos; por tal razón, apuntó, existe una forma de administración de la justicia, la cual se enfoca en garantizar las funciones jurisdiccionales, pero principalmente en coadyuvar a que se cuente con los recursos financieros, humanos y la capacidad suficiente para cumplir con sus obligaciones. «En la actualidad es necesario establecer un modelo que responda de manera ágil y eficaz a las necesidades institucionales», precisó.

Christian Castro, Raúl Pantoja, Christian Ascensio y Eduardo Jiménez. Foto: Manuel Ávila.
Para finalizar, los ponentes coincidieron que en la actualidad existe una cultura política y jurídica que requerimos reforzar, difundir y extender en nuestra sociedad, a fin de lograr una mayor participación y el mejor método para elegir a los ministros de la SCJN.
Asimismo, expresaron que la evidente confrontación entre el poder Ejecutivo y la SCJN que presenciamos hoy, es un asunto relevante y digno de análisis para comprender la indispensable división de poderes que debe prevalecer en un régimen democrático.
El Seminario Jurídico de Temas Contemporáneos es organizado por el Centro de Estudios Sociológicos de la FCPyS, a cargo del doctor Edgar Tafoya Ledesma.