1968, la revolución del pensamiento

Conmemoración del 49 aniversario de la matanza del 2 de octubre de 1968 en la Plaza de las Tres Culturas. Fotografía: David Fernández| Gaceta Políticas
Con motivo de la conmemoración del 49 aniversario de la matanza del 2 de octubre de 1968 en la Plaza de las Tres Culturas, en la que miles de jóvenes fueron víctimas, pues muchos perdieron la vida, mientras otros fueron secuestrados por las fuerzas federales, se llevó a cabo en el auditorio Ricardo Flores Magón la mesa: 1968: la revolución del pensamiento.
Los ponentes, Romeo González Medrano, preso político en 1968, sentenciado a 17 años de prisión y amnistiado por el expresidente Luis Echeverría; Mario Núñez Mariel, representante de la FCPyS ante el Consejo Nacional de Huelga en aquel año; Raúl Rojas Soriano, doctor en Sociología y profesor investigador definitivo de la UNAM, y la moderadora, Adriana Corona Vargas, quien encabezó a la preparatoria 6 en el movimiento, afirmaron que la sociedad mexicana de los años sesenta era conservadora, represiva y no estaba abierta a la reflexión de una lucha democrática popular para cambiar el modelo estabilizador y sus consecuentes transformaciones políticas.
El doctor González Medrano destacó que no cambió el sistema, y cuestionó: ¿Qué nos dejó el 68? No se logró arraigar el movimiento y hoy se debe retomar la agenda e iniciar nuevos debates que permitan aprender de las demandas que no se cumplieron y reanudar las estrategias funcionales, tales como las manifestaciones, mítines, campañas y brigadas.
Al respecto, los participantes coincidieron en que las brigadas observadas tras el sismo del 19 de septiembre son equiparables a las del 2 de octubre del 68; es una enorme participación de la sociedad civil que ha rebasado al Estado, y la continuidad del proceso apunta a una reforma política. Explicaron que los retos que enfrentamos actualmente son aún mayores, por tanto, debemos asumir nuestra responsabilidad universitaria ante la impunidad total de un régimen desquiciado y de alta criminalidad, además de luchar por la pacificación del país, el combate a la pobreza y la reconstrucción del Estado.
Mario Núñez Mariel indicó que “se requiere de una democracia participativa y directa capaz de transformar a la sociedad para no seguir matándonos en un país donde no hay ley, en el que existe un océano de pobres, con un «modelo económico de locos». Por su parte, Rojas Soriano mencionó que la trama de hoy ha superado al 2 de octubre del 68. “¿Dónde está la comunidad universitaria del 2017? No está, estamos en el fondo del abismo, en una universidad aislada que sólo fabrica ingenieros electorales. La UNAM y sobre todo la FCPyS era la vanguardia histórica dentro de la revolución del pensamiento intelectual en México”.