Contribuir a la calidad de la democracia
Por Karina Alavez

Fernando Ayala, Miguel A. López, Patricia Martínez, Fernando Castañeda, Roberto Cardiel y Francisco J. González. Foto: Tamara Piñera
Al inaugurar el seminario, Reforma política electoral. Riesgos y oportunidades, organizado por la Cátedra Francisco I. Madero, la licenciada Patricia Martínez Torreblanca, secretaria general de la Facultad, definió la democracia de nuestro país como el resultado de acuerdos, políticas sociales y culturales, que dan lugar a valores y reglas que permiten sistematizar los mecanismos para que la sociedad mexicana pueda elegir a sus representantes.
La profesora también habló sobre el valor de la equidad que a lo largo del tiempo se ha logrado en el ámbito electoral, a favor no sólo de las mayorías, sino también de las minorías, mismo que garantiza el equilibrio entre los grupos de poder y los diferentes sectores de la ciudadanía. De igual modo, la académica destacó la importancia de asegurar la pluralidad, la distribución de los poderes y la aplicación de las garantías para el libre ejercicio electoral.
En la primera mesa de análisis de este foro, el doctor Miguel Armando López Leyva, director del Instituto de Investigaciones Sociales, explicó que el proceso de democratización en el país, desde sus inicios, hasta las primeras reformas electorales de 1977, no sólo ha contribuido al ejercicio y distribución del poder y a la construcción de la democracia en la nación, dando paso a la alternancia política, sino también a la diversificación de opciones políticas.

Dr. Miguel Armando López. Foto: Tamara Piñera
«Reconocer las dos caras de la moneda de nuestra democratización permite pensar el futuro de México; por tanto, es vital analizar con bases qué está bien y qué no lo está, qué se puede mejorar y en qué plazo». Aún más, abundó el expositor, cualquier modificación a nuestras normas legales, que apunte hacia el futuro, debería conducir a apreciar lo que ya se tiene y no intentar reconstruir algo, sin haberlo evaluado antes.
Por otra parte, el maestro Roberto Cardiel Soto, director ejecutivo de Capacitación Electoral y Educación Cívica del Instituto Nacional Electoral (INE), subrayó la importancia de las reglas para erigir una democracia, donde los comicios representan una condición básica de su sustentabilidad. Puntualizó que son las y los ciudadanos quienes hacen las elecciones y no el INE, ya que éste sólo organiza el proceso.
De igual manera, el ponente se refirió al fenómeno mundial conocido como regresión o erosión democrática, en el que se muestra el descontento de los ciudadanos hacia ciertos gobiernos democráticos y sus resultados, pero no contra la democracia misma. En este marco, hizo un llamado a no sólo pensar en los procedimientos electorales en sí mismos, sino en contribuir a incrementar la calidad democrática. «La reforma electoral debe procurar restricciones de carácter oligárquico del gobierno representativo, consolidar una efectiva división de poderes, lograr una gestión eficaz de los poderes estatales, la vigencia del estado de derecho y sobre todo la salvaguarda y protección de todos los derechos humanos de cada integrante de la sociedad», precisó.
Agregó que la reforma electoral tiene la oportunidad de consolidar y fortalecer las instituciones autónomas e independientes, así como establecer la ciudadanización en los procesos de recepción y conteo de votos, tarea en la cual se ven involucrados una gran diversidad de personas, amén de esclarecer el costo presupuestal de la democracia y su sustentabilidad.
En su momento, el maestro Francisco J. González Camarena, director de Educación Cívica y Participación Ciudadana del INE, resaltó la existencia de las reformas políticas electorales como parte fundamental de las transiciones de poder sin violencia y por la vía institucional. Asimismo, reseñó la evolución de la democracia a lo largo del tiempo, donde se ha dado la apertura del sistema político, la credibilidad, la confiabilidad, así como el fortalecimiento de la equidad y competencia electoral, como resultado de dichas reformas.
Informó que de acuerdo con la Encuesta Nacional de Cultura Cívica, realizada en 2020, la confianza en el INE por parte de la ciudadanía, es del 60%, lo cual habla del trabajo de esta institución en materia democrática.

Dr. Fernando Castañeda. Foto: Tamara Piñera
En su participación, el doctor Fernando Castañeda, presidente del Comité Académico de la Cátedra Francisco I. Madero, invitó a los alumnos presentes en la conferencia a no acotar sus criterios, y sobre todo a no renunciar a sus creencias políticas, sino a reflexionar y anteponer sus pensamientos, razón y entendimiento, ante los hechos de la realidad. «Saber pensar sociológica y politológicamente no es lo mismo que hacerlo como un activista», recordó.
En esta línea de pensamiento, valoró la relevancia del análisis y la información, y convocó a los estudiantes a profundizar en los «rincones más obscuros», a fin de analizar la realidad y la democracia de una manera lo más objetiva posible.
Señaló que la democracia no se encuentra en un solo modelo, pero al mismo tiempo, advirtió, no cualquier cosa es democracia, pues en ella destacan principios como el de mayoría, por ejemplo. Por otro lado, indicó que México es el único país de Latinoamérica que ha realizado de manera regular e ininterrumpida, elecciones, y lo comparó con naciones como Gran Bretaña y Estados Unidos. Para concluir su participación, el doctor Castañeda cuestionó si la reforma electoral debe hacerse sobre los procesos electorales o sobre la democracia misma.