Apunta la reforma electoral a la centralización del poder
Por Fotios Messados

Dr. José Woldenberg. Foto: Alan Chan
La viabilidad de la democracia en México y sus procedimientos, los partidos políticos, la participación de la ciudadanía, las instituciones democráticas y la reforma electoral, fueron los temas centrales del Coloquio de verano: El proyecto de reforma. La democracia en problemas, organizado por el Centro de Estudios Políticos (CEP).
En su participación, el doctor José Woldenberg, profesor de la Facultad, sostuvo que la reforma electoral promovida por Morena y, específicamente por el presidente Andrés Manuel López Obrador, está mal orientada, en primer lugar porque el mandatario la propuso sin consultar a nadie, ya que “todas las reformas, desde 1977 hasta 2014, obedecieron a exigencias de la oposición; de hecho, ésta sería la primera que cumple los deseos del presidente”.
“Νο hay consenso” –enfatizó el politólogo–, y “lo electoral se centraliza como si no fuéramos una democracia”. Según sus consideraciones, dicha reforma, aparte de promover el centralismo en el poder, destruirá los avances que ha logrado México desde su Independencia. Es más: el sistema político está en peligro porque sus piedras angulares, con dicha reforma, se ponen en entredicho, a saber: las instituciones y su autonomía; los partidos y la misma representatividad.

Francisco González, José Woldenberg, Erika Granados, Fernando Ayala y Francisco Reveles. Foto: José A. García
Debido a esta situación, abundó el académico, es que “estamos llamando (al presidente) a preservar un marco normativo-institucional”, porque “el sistema electoral está funcionando”. Esta última afirmación se comprueba, dijo, por el simple hecho de que “Μorena llegó de manera legal y legítima al poder y gobierna con este marco legal”.
El docente reiteró: “las instituciones están sirviendo para lo que están diseñadas”. En este sentido, no hay que minar la existencia y función de instituciones como el INE, antes IFE, o la de los tribunales electorales y su autonomía; no debemos debilitar la función de los partidos y los logros que ha alcanzado México en sus dos siglos de vida como país moderno. El sistema político y sus instituciones garantizan la convivencia ciudadana, precisó.
No obstante, el también ensayista aceptó que la “democracia es un gobierno de élites”, pues ésta, a través de su representatividad, crea una distancia entre gobernantes y gobernados. Aun así, hizo hincapié en que las élites “son electas y reguladas por las normas” y esto es la quintaesencia de la democracia; por lo tanto, concluyó, México tiene que enfocarse en la solución de otros problemas como “el déficit en el estado de derecho, la economía que no crece, la violencia y la desigualdad».

Reforma electoral. Edición: José A. García
Por su lado, la maestra Erika Granados Aguilar, maestra en Políticas Públicas Comparadas de la UAM, destacó el desconocimiento que existe sobre el tema. “Esta reforma es muy apresurada” y hay que dar información a la ciudadanía, afirmó. Indicó que “Morena quiere tomar el control” en las instituciones y “la única forma para ayudar a la democracia es alzar la voz en los espacios públicos”, entre ellos la academia y las entidades democráticas.
Ante la pregunta: ¿Qué es lo que impulsa al jefe del Estado a promover una reforma así? Los ponentes opinaron que aparentemente a un capricho personal y la sed por el poder.