Pensamiento crítico en América Latina y el Caribe

Mesa sobre Coordenadas de América Latina. Fotografía: Myriam Corte| Gaceta Políticas
Es fundamental desarrollar mayor diversidad en el pensamiento latinoamericano para lograr integración en la región y construir alternativas que permitan avanzar frente al orden hegemónico, afirmaron los académicos presentes en la mesa redonda Coordenadas del pensamiento crítico en América Latina.
Los ponentes, Nayar López, coordinador del Centro de Estudios Latinoamericanos (CELA); Teresa Castro, miembro del Centro de Estudios Políticos (CES); Verónica López Nájera, integrante de la Red México sobre Feminismos y Descolonización, el invitado, Pablo A. Maríñez, presidente de la Asociación Cultural de Dominicanos en México, A.C., y Juan Pablo Duarte declararon que en esta coyuntura la riqueza del pensamiento crítico radica en la reflexión sobre los movimientos sociales de la región que son referentes históricos de lucha y análisis teórico.

Nayar López. Fotografía: Myriam Corte| Gaceta Políticas
El doctor Nayar recalcó que se tienen que tocar los temas de identidad en la zona, contextos históricos y crear soluciones según nuestros propios intereses; es necesario recapacitar en torno a una visión general y perspectiva más amplia; “la región tiene su voz y su aparato de pensamiento contra el bombardeo cultural que sufren las identidades de la zona”, y sobre todo, “no olvidemos que México es América Latina, y El Caribe no es Europa”, precisó.
Los integrantes de la mesa expresaron que los procesos históricos y el papel de los movimientos sociales representan la amplia gama de líneas intelectuales, añadieron que los desafíos que afrontamos son cambios bruscos y rápidos, caída de los paradigmas, bifurcación de la crisis. En este contexto, ¿quién dice que todo está perdido?, se tienen que buscar nuevos modelos de transformación social frente a este capitalismo salvaje, producciones de conocimiento que sean innovadoras y emancipadoras.
Pablo A. Maríñez, por su parte, mencionó que existe una gran brecha entre el pensamiento y la realidad en América Latina y El Caribe, una incapacidad de construir un modelo democrático capaz de resolver la problemática caribeña, sobre todo porque vivimos en un mundo donde los prototipos teóricos no corresponden con la existencia material. Por último y para concluir, el catedrático dejó en la mesa tres cuestiones: ¿hasta dónde sirve la teoría eurocéntrica para resolver la problemática caribeña?, ¿cuáles son las causas por las que la democracia ha fracasado en el área?, ¿cuáles son las razones por las que han existido dictaduras en Latinoamérica?