La publicidad en la nueva normalidad
Por Persida Villa y Marisol Nájera

Nueva Publicidad. Ilustración: José A García
“La nueva normalidad, la nueva publicidad”, fue el título de la Semana de la publicidad 2021, organizada por el Centro de Estudios en Ciencias de la Comunicación (CECC), en la que se examinaron temas de actualidad y de interés general, como el nuevo etiquetado en los productos procesados, la respuesta social frente a los cambios publicitarios, el papel de la educación y la responsabilidad social ante el consumo, así como el sedentarismo y la obesidad en México durante la pandemia.

Dra. Carola García Calderón. Foto: José A. García
Al inaugurar el ciclo, la doctora Carola García Calderón, directora de la FCPyS, afirmó que el fin del mismo es acercar a nuestros alumnos a los proyectos de investigación que se realizan en la materia, así como vincularlos con egresados y profesionales que se desempeñan en este campo laboral.
Enfatizó que con la nueva normalidad se experimentaron cambios en la dinámica social: el espacio de la vida educativa y laboral se confundió; el tiempo frente a las pantallas se incrementó; la movilidad de quienes permanecieron en casa se redujo y aumentó el sedentarismo.
Asimismo, puntualizó que durante el confinamiento se experimentaron nuevos hábitos de consumo, proliferó la entrega de alimentos a domicilio, y la venta de productos en línea se hizo aún más famosa, de ahí que Amazon se situara a la cabeza.
Sobre el nuevo etiquetado negro en los productos procesados, aprobado en 2020 y que entró en vigor en 2021, la profesora indicó que su objetivo es proporcionar información sobre un posible contenido nutricional desfavorable, por lo que los primeros anunciantes afectados instrumentaron campañas para contrarrestar los resultados negativos hacia sus productos.
Prueba de ello, añadió, fue la marca Corona, que donó botellas de agua de la misma empresa al personal médico; Coca-Cola, que promovió mantener los pequeños negocios; o el énfasis puesto en los lazos afectivos entre los niños y los personajes de distintas marcas que desaparecieron; todo con objeto de cuidar la imagen corporativa.

Yessica Paulina Cano Santander. Foto: José A. García
En su alocución, la maestra Yessica Cano Santander, docente del plantel, explicó que en la última década el consumo de alimentos chatarra se incrementó tanto en México como en otros países del mundo, y alertó que las bebidas endulzadas, como los refrescos y jugos, son consumidas de forma alarmante por niños de uno a cuatro años.
Por su parte, el profesor Miguel Rivera Herrera, también de la Facultad, resaltó la importancia de regular la publicidad en la red, ya que los niños tienen un alto acceso a los contenidos de estas plataformas digitales.

Miguel Rivera Herrera. Foto: José A. García
Después de informar que según la Unicef, en 2020 el 50% de los infantes de entre seis y 11 años son usuarios de internet o de una computadora, Rivera ejemplificó con el canal de Youtube Kids, Mis pastelitos, donde la presentadora hace promoción a distintas productos de Bimbo, Tía Rosa y Marinela, sin reportar el contenido calórico real ni la presencia de los sellos, con lo cual se evitan las regulaciones en materia de alimentos en estos espacios.
En conclusión, los primeros ponentes hicieron un llamado a implementar medidas integrales y efectivas frente a las dinámicas publicitarias, y no pensar que la despedida de personajes de las marcas, los sellos o el alza del impuesto en bebidas endulzadas serán las únicas respuestas a un modelo que genera problemas de salud de gran magnitud, al tiempo que recalcaron que los buenos hábitos de consumo se construyen con el tiempo y requieren de la participación de todos.
En este marco, apuntaron que a diferencia de la manera en que se contagia la Covid 19, la epidemia de obesidad se genera por los malos hábitos alimenticios y el sedentarismo. También reconocieron que, en la nueva normalidad, los vicios de consumo se mantuvieron, pues las nuevas regulaciones en publicidad no han logrado el impacto previsto por las autoridades.
Pensar en una nueva publicidad más responsable

Ericka Andrea Rodríguez. Foto: Alan Chan
En su participación, la maestra Ericka Andrea Rodríguez, coordinadora del CECC, también expresó que la finalidad del evento fue proporcionar a los estudiantes una perspectiva completa y vanguardista de la comunicación publicitaria, mostrando los cambios estratégicos implementados por las diferentes industrias frente a las nuevas necesidades sociales y económicas que el consumidor hiperconectado y digitalizado ha adoptado.
En este contexto, los maestros Raúl Antonio Olmedo y Griselda Lizcano hablaron de los hábitos del hiperconsumo, y aseveraron que las Guías Diarias de Alimentación (GADs) en realidad son seguidas por un bajo promedio de la población mexicana. Externaron que según una encuesta que realizaron sobre la decisión de compra, la mayoría de los consumidores (62%) no considera el etiquetado frontal al efectuarlas, y quienes sí lo atienden, no encuentran productos similares sin sellos o éstos tienen un mayor costo, por lo que la falta de ofertas alternativas, y sobre todo, de un proceso educativo para cambiar los hábitos alimenticios es importante.

Mariana Vázquez Guerrero. Foto Alan Chan
Las doctoras Marina Vázquez y Cindy Palomares, de la Universidad de Colima, se refirieron al consumo y actitudes de los millennials de esa entidad hacia la publicidad. Dijeron que éstos registran un alto uso de internet, a través de smartphones, correo electrónico y redes sociales, pero además, dado que forman parte del sector de consumo más grande del mundo por rango de edades, son intolerantes a la venta directa o a la publicidad que no se encuentra dentro de sus intereses, y dan mayor importancia a la opinión de sus pares.
Sobre la influencia del marketing en la alimentación infantil en México, Laura Grisel Carrillo, académica de la UNAM, aseveró que en este tema es necesario considerar la ética y el consumo responsable, aunque la constante es que los discursos de las marcas dan poca importancia a la salud.
Para finalizar, los panelistas enfatizaron que hay mucho por investigar acerca de la publicidad, especialmente ante la complejidad del contexto pandémico que nos obliga a pensar en otras dinámicas y maneras de concebir, educar y formar públicos, donde, para construir cambios, es necesaria una conciencia colectiva y trabajo conjunto entre el gobierno, los investigadores, las personas en general y las empresas.